Unos buenos hábitos de vida: como lo es Qué, Cuánto y de Qué manera comemos; el ejercicio físico que practicamos, el patrón de sueño, manejo del estrés, o la atención que dediquemos a nuestras relaciones sociales, por citar algunos de los factores, ayudarán a preservar nuestra salud.
Las nutricionistas dietistas juegan un papel vital en la mejora de la salud de la comunidad. En el ámbito clínico, evaluamos las necesidades nutricionales individuales, creando planes personalizados para tratar condiciones médicas específicas, colaborando con otros profesionales de la salud para un enfoque integral en el tratamiento de la alimentación. Es una labor educativa continua, capacitando a las personas para tomar decisiones informadas sobre su alimentación y adoptar hábitos saludables. Es posible que lleves un tiempo pensando que deberías revisar la manera en la que te alimentas. Qué mejor que dejarte asesorar por el experto en el tema como el licenciado en Nutrición y Dietética, que te ofrecerá las recomendaciones nutricionales que más se adecúan a ti.
No es lo mismo aprender a comer de manera saludable, que querer bajar de peso, que necesitar controlar la diabetes, o estar en etapas de crecimiento, embarazo, lactancia u otras situaciones/o alguna otra circunstancia.
Los motivos que te han llevado a tomar esta decisión pueden ser muy distintos:
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Estás cogiendo peso poco a poco y no sabes muy bien porqué.
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Los resultados de laboratorios te han salido algunos valores alterados como: glucosa, colesterol, triglicéridos, transaminasas, HgA1c, etc
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Te duelen las rodillas sobre todo si caminas mucho
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Tienes acidez o reflujo gástrico u otro problema gastrointestinal
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Agacharte para atarte los zapatos te conlleva mucho esfuerzo
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Tu presión arterial está alta
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Te cansas rápido cuando haces algún esfuerzo
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Comes fuera de casa y no sabes muy bien cómo arreglártelas
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Acabas de tener un bebé y quieres recuperar el peso de antes sin que afecte la lactancia materna
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Tus horarios de trabajo no son siempre los mismos y te es difícil organizar tus comidas
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Una lesión te ha mantenido inactivo durante un tiempo y has cogido peso
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Has entrado en la menopausia y tu cuerpo va cambiando
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Van pasando los años y comienza a importarte comer de una manera saludable